
Centros tecnológicos internacionales
El ITeC ha seleccionado un total de 12 propuestas procedentes de algunos de los centros de investigación más prestigiosos del mundo. Se trata de materiales y soluciones en fase de desarrollo que aún no se comercializan de forma masiva, lo cual permite tanto a los profesionales como a las empresas del sector descubrir no sólo las nuevas tendencias, sino aprovechar nuevos nichos de negocio para aliarse con estos centros y, por ejemplo, llegar a registrar la patente de forma conjunta o convertirse en el comercializador de la nueva solución. Algunas de las propuestas más innovadoras son:Gaudí 2.0: El Centro para la Innovación en Materiales de Construcción de la Universidad de Bath (Gran Bretaña) pone al día el encofrado textil, una técnica constructiva que produce superficies curvas inspiradas en la naturaleza que recuerdan a las señas de Antoni Gaudí o las vanguardias de los años 50 como el aeropuerto JFK de Nueva York de Eero Saarinen. Emplean tejidos de última generación y demuestran que es posible obtener geometrías sugerentes sin sacrificar seguridad, costes ni respeto al medio ambiente.
Bacterias que reparan el hormigón: La Facultad de Ingeniería Civil y Geociencias de la Universidad de Tecnología de Delft (Holanda) presenta la biotecnología aplicada a la construcción. Este grupo ha fabricado un hormigón con bacterias latentes en su interior. Cuando el hormigón se agrieta, el oxígeno que penetra en su interior despierta a estas bacterias que se reproducen como las formaciones de coral, tapando así el hormigón agrietado.
Aislante de corteza de pino: El Centro de Investigación de Friburgo (Alemania), en un proyecto de colaboración europeo en el que participa la Escuela Nacional Superior de Tecnologías e Industrias del Bosque de la Universidad de Lorena de Nancy (Francia), ha creado una nueva espuma aislante en la que se sustituye el polieuretano, procedente del petróleo, por sustancias derivadas de las cortezas de árboles propios de la flora europea como los pinos. Se trata de un proceso natural que da un nuevo uso a un subproducto (las cortezas de los árboles) y que puede aportar al mercado un aislante eficaz y sostenible.
El cuerpo humano como ejemplo: La sección de Diseño de Edificios del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Técnica de Dinamarca ha desarrollado un sistema estructural prefabricado en donde los elementos se diseñan siguiendo el modelo del cuerpo humano, es decir los huesos resisten las cargas y liberan al resto de tejidos de esta responsabilidad. Así, los ingenieros daneses han reservado el hormigón pretensado solamente a aquellas zonas del elemento en que es imprescindible, optando por materiales más ligeros para el resto.
Aerogel que ahorra: El Laboratorio de Materiales y Entorno de los Edificios de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Soongsil de Seúl (Corea del Sur) ha encontrado una manera de sacar partido a las extraordinarias propiedades aislantes del aerogel, adaptándola a las demandas del sector de la construcción. Proponen un nuevo mortero mixto aerogel-cemento en el que el aerogel se dosifica solo hasta conseguir el nivel de prestaciones requerido en el proyecto, sin malgastar un componente tan caro. Al seguir siendo un mortero, este material se trabaja sin dificultad y puede ser ideal para trabajos de rehabilitación.
Baldosas siempre limpias: El Departamento de Ingeniería Enzo Ferrari de la Universidad de Módena y Reggio Emilia de Italia ha desarrollado un nuevo sistema para mejorar el mantenimiento y la limpieza de baldosas cerámicas. Durante el proceso de fabricación, antes de la cocción, se inyecta en la pieza una mezcla de titanio y plata, que evita la proliferación de bacterias en el interior de las baldosas. Este sistema permite un mantenimiento más fácil y con productos menos agresivos en el cuidado diario.
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