
Cocinas Blancas: Cómo Añadir Color Sin Sobrecargar el Espacio
Las cocinas blancas son sinónimo de luminosidad, amplitud y elegancia. Sin embargo, para evitar que se vean frías o monótonas, puedes incorporar color de forma sutil y equilibrada. Aquí te damos algunas ideas para hacerlo sin saturar el espacio:
1. Acentuar colores en Materiales Naturales
- Introduce madera clara o nogal en encimeras, suelos o muebles auxiliares para un toque cálido.
- Usa detalles en piedra natural, mármol o granito con vetas coloridas en tonos suaves.
2. Paredes o Salpicaderos con Personalidad
- Prueba un salpicadero en tonos pastel o con azulejos estampados para un cambio sutil pero impactante.
- Opta por pintura en tonos suaves como verde salvia, azul humo o arena en una pared para romper la monotonía.
- Un papel pintado original siempre es una buena opción para complementar tu cocina.
3. Sillas y Taburetes de Color
- Sustituye los clásicos taburetes blancos por modelos en tonos ocre, terracota, azul marino o mostaza.
- Si prefieres algo más discreto, elige muebles en tonos neutros con tapizados en colores suaves o estampados. El color negro es tendencia entre los taburetes y cada vez está triunfando más en las cocinas blancas.
4. Accesorios y Decoración en Tonos Vibrantes
- Agrega color con manteles, cortinas, alfombras y cojines en tonos armoniosos con el resto de la casa.
- Los utensilios de cocina en tonos pastel o vibrantes pueden convertirse en un punto focal sin recargar el ambiente.
5. Vajilla y Cristalería de Diseño
- Una vajilla colorida o con bordes decorados aporta dinamismo a una cocina completamente blanca.
- Jarrones, frascos de especias y tarros de cristal con contenido a la vista también suman calidez y textura.
6. Plantas y Elementos Naturales
- Integra hierbas aromáticas en macetas para un toque fresco y funcional.
- Plantas de interior como pothos, suculentas o lavanda añaden color y mejoran la calidad del aire.
Consejo Extra:
Si quieres una cocina blanca con personalidad pero sin perder su esencia luminosa, mantén los colores en una paleta armónica, eligiendo dos o tres tonos secundarios en lugar de mezclar demasiados colores. Con estos trucos, tu cocina blanca tendrá vida, calidez y estilo sin perder su esencia limpia y elegante. ¡Anímate a darle color con equilibrio!